EL
ROMANTICISMO LITERARIO
Ana
Luisa Morán
El Romanticismo literario comprende la
producción literaria llevada a cabo entre finales del siglo XVIII y mediados
del siglo XIX en diversas partes de Europa. Esta manifestación literaria estaba
sujeta a esteticismos que se oponían plenamente a los planteamientos
cosmopolitas y extremistas de la Ilustración
francesa. La literatura del Romanticismo planteaba rescatar la esencia de
las cosas. La labor del
escritor era la de acercar a la gente a la trascendencia por medio de las
letras. El formalismo y el intelectualismo eran vistos como trabas en el
proceso creativo.
Como movimiento cultural se
opuso a los principios sostenidos por la Ilustración y el
Neoclasicismo, que le dio el máximo peso a la razón. Implicó un giro de
180 grados con respecto a los valores proclamados durante el siglo precedente:
entendiendo que la razón no era suficiente para explicar la dureza de la
realidad, los románticos se
refugiaron en los ideales y se centraron en los sentimientos del ser humano.
Se exaltó el yo individual y la búsqueda de la libertad. Se
considera que esto fue el resultado de la profunda crisis social e ideológica
que atravesó Europa durante las primeras décadas del siglo XIX.
Si bien abarcó todos los campos culturales, es en la pintura y la literatura donde
mejor se perciben los elementos estéticos que caracterizan al Romanticismo:
escenarios naturales y nocturnos, historias situadas en la Edad Media, en el Lejano Oriente; siempre la
naturaleza se presenta con toda su fuerza y todo su dinamismo. Dentro de los
autores del romanticismo encontramos a Alejandro Dumás, Víctor
Hugo, Mariano José de Larra, Esteban Echeverría y José Mármol. También a
pintores como Goya, Delacroix, Géricault o Friedrich.
Contrario a lo que se suele pensar, el término “romanticismo” no
alude al “amor”, como en la actualidad es percibido. En el siglo XVII lo
“romántico” era todo aquello que describía la melancolía que despierta la
naturaleza, lo agreste y todo lo que fuese afín a esto. En aquel
entonces el vocablo “romántico”, por sinonimia se asociaba a lo inverosímil,
increíble y fantástico. En contraposición este adjetivo, por antonimia, era un
antagonismo de lo grecolatino y lo clásico, como por ejemplo la literatura
del Medievo.
Origen
El origen primordial de esta corriente se ubicado en Alemania. El llamado “Romanticismo alemán” fue un movimiento disgregado en
su génesis, y paulatinamente se fue condensando hasta lograr una mayor
hegemonía de pensamiento y de alcance. Su concepción fue marcadamente
influenciada por dos corrientes, una de carácter religioso llamada “Pietismo”,
con mucho alcance en Alemania a mediados del siglo XVIII. La otra corriente
literaria era el “Sturm und Drang” (“tormenta e ímpetu”), un movimiento
de carácter estético y netamente antagónico al clasicismo.
Pietismo
El
Pietismo abogaba por la relación unipersonal y bilateral del hombre con Dios,
desde el corazón, sin tantas reglas y formalismos impuestos por la iglesia. Por
su parte el Sturm und Drang,
defendía la individualidad del ser, la libertad de expresión desde la
subjetividad, dando especial importancia a las emociones y su cualidad
infinita. Este movimiento alemán, como el gran número de corrientes de pensamiento que han acontecido en el
mundo, es reaccionario. Nace por oposición, como revelación en contra de la
ilustración alemana.
Una de las obras representativas de aquel entonces fue Los
Alpes, un poema de Albrecht von Haller, un canto a lo natural y su
magnificencia. Con el devenir del tiempo ascendieron figuras de gran
envergadura, Goethe, el escritor más trascendental de Alemania, es una de
ellas. También Friedrich Schiller, Karoline von Günderrode, Ludwig Tieck, Jakob
y Wilhelm los afamados hermanos Grimm, entre tantos otros.
CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO
Exaltación del yo
individual
Los ejes de la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) fueron las ideas
inspiradoras del Romanticismo, que abogó por la valorización de la
personalidad individual y desterró el despotismo ilustrado del siglo XVIII.
- Sentimiento de soledad
El ser romántico se refugia en sí mismo, lo que deviene en aislamiento y
soledad. Siente que la realidad no satisface sus anhelos e ideales, lo que lo
lleva a esa sensación de hondo
desengaño y a la necesidad de rebelarse contra lo establecido.
- Exaltación de la
imaginación y del sentimiento
El romántico exalta lo ideal y lo
bello, poniéndole alas a los sentimientos individuales.
- Identificación con la
naturaleza
En el Romanticismo, la naturaleza
adquiere un rol destacado, en tanto fuerza vital por encima de los designios
humanos.
- Ansia de libertad
En tanto reacción en contra el
Neoclasicismo, el Romanticismo rescata la libertad creadora y desplaza del
centro de la escena a la razón ordenadora.
- Espíritu de rebeldía
Las ansias de libertad se materializan
en personajes rebeldes y aventureros, que no acepan los dogmas establecidos.
- Idealismo
El autor romántico exalta lo ideal y lo
bello.
- Papel de la intuición,
imaginación e instinto
En el Romanticismo, la intuición, la
imaginación y el instinto pasan a tener un papel preponderante, dados los
evidentes límites de la razón.
- La Razón no es
suficiente
El Romanticismo declara que la razón no
puede explicar por completo la realidad, por eso recurre a otros valores
humanos.
- Evasión
Es típico del autor romántico escapar
de la realidad inmediata, que lo abruma y lo angustia, por eso sus relatos a
menudo transcurren en épocas pasadas y lugares lejanos.
- Genio creador
El romanticismo considera que la
condición de artista es una cualidad innata, no adquirida.
- Nueva sensibilidad
Surgen como valores la introspección, la nostalgia y la melancolía.
Visión de
mundo del Romanticismo
Los
autores del Romanticismo tenían una concepción especial del mundo. Esta visión
puede ser condensada en los siguientes apartados:
1.
El romántico
siente la vida como un problema que no puede ser resuelto, ya que es algo
frágil y fugaz, que tiene una fecha de caducidad. Existe en el interior de
estos autores una conciencia de desgracia permanente que les lleva a
obsesionarse con el tema de la muerte, que se convierte en el agente capaz
de liberar del sufrimiento que la vida produce. Por ello, muchos de los autores
que desarrollaron su obra dentro de este movimiento acabaron quitándose la vida
de forma voluntaria, nos encontramos con el suicidio como
vía de escape al dolor.
2. El romántico vivirá permanentemente enfrentado al mundo que
lo rodea. Esta constante disconformidad llevará a este tipo de autor a buscar,
de un modo extremo, la libertad y la felicidad que no pueden encontrase en la
vida diaria y de ahí surgirá un sentimiento de
insatisfacción constante, que se verá reflejado en los
temas que aparecen en los textos de estos escritores, como por ejemplo, la
evasión de la realidad, la rebeldía ante el mundo, el desencanto, etc.
3. El hombre de esta época se repliega en sí mismo, se aísla, dándole, así,
una especial importancia al “yo”, que se siente solo y desbordado por
toda clase de pasiones y sentimientos. Las palabras brotan desde lo más hondo
de su interior creando textos en los que la subjetividad lo
invade todo.
4. Como ya hemos apuntado antes, la libertad será
uno de los grandes temas del Romanticismo. Estos autores se convierten en
auténticos abanderados de todo tipo de libertad, tanto en los aspectos
relacionados con la vida cotidiana como en el desarrollo de cualquier
manifestación artística las normas y reglas han de romperse. Frente a esta
necesidad de libertad, el romántico muestra signos de contradicción en su
creencia en el destino,
algo que resta libertad al hombre, y que de algún modo lo conducirá nuevamente
hacia el sentimiento de insatisfacción al no verse cumplido ese destino con el
que el romántico se obsesiona.
5.
La naturaleza es
otro de los aspectos que posee gran importancia en cualquier creación artística
del Romanticismo. Esta aparecerá representada según el estado de ánimo que
tenga el artista en el momento de la elaboración, mostrándose unas veces
lúgubre, otras melancólica, etc. Se repetirán con frecuencia, en conexión con
esa atracción hacia la muerte y la libertad, la naturaleza dormida y oscura de
la noche, los lugares tétricos y fúnebres, como por ejemplo los cementerios;
así como los paisajes agrestes.
6.
El elemento popular está
presente en la obra del romántico, ya que lo peculiar de cada nación llama su
atención. Estos artistas defienden la tradición y las costumbres propias de
cada pueblo como manifestación de su originalidad e individualidad frente
al resto de los países.
7. Por último, añadiremos lo sobrenatural como otro
ingrediente que conforma la visión que el romántico por excelencia tiene del
mundo. Todo aquello que escapa a la razón despertará interés en él, tal vez
debido al sentimiento de desencanto con el racionalismo del siglo anterior.
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